La información es un producto, siempre lo ha sido, y ahora más que nunca se toma como tal. La consumimos y la desechamos con la misma velocidad y voracidad. La manera en que consumimos la información ha cambiado por el mero hecho de que nuestra vida ya no es igual que antes de internet. ¿Cuáles son las nuevas formas de consumo que dominan nuestra vida?
En los medios de comunicación escritos hay una crisis en el modelo de negocio evidente. Los periódicos han pasado a ser un obituario de las noticias del día anterior y no han sabido adaptarse a esas nuevas formas de consumo.
Y en Internet esos mismos medios de comunicación todavía no parece que no han encontrado los tempos adecuados para que sus noticias no pasen a mejor vida en cuestión de minutos.
Cómo consumimos la información ya no nos define
Cuando internet no existía nuestras formas de consumo de información se basaban en la premisa de que el tiempo que poseíamos era de calidad. Los medios de comunicación escribían para que la información la tuviésemos mientras tomábamos el café, en el descanso del trabajo, tras la sobremesa, por la tarde relajadamente o en el bar con una buena tertulia de fondo.
Sin embargo, internet y los nuevos soportes como son los teléfonos móviles cambiaron nuestros tiempos y por consiguiente nuestras formas de consumo variaron irremediablemente. Ahora cualquier momento es bueno para echar un vistazo a qué está pasando en el mundo, desde un semáforo en rojo a un descuido del jefe de turno.
La información está en todo momento, en casi cualquier sitio y a coste cero al alcance de nuestra mano. Una noticia que ha roto los esquemas de unos medios de comunicación que hacían las noticias pensando que eran los reyes del contenido. Ahora el contenido lo puede conseguir cualquiera y cualquiera puede distribuirlo.
Nuevas formas de consumo: In-between time vs. Golden Time
El periodista Pablo Mancini refleja este cambio de manera excepcional en las nuevas formas de consumo en su libro ‘Hackear el periodismo’ en el que diferencia las formas de consumo en dos: In-between time (las que se encuentran en nuestras rutinas de hiperconectividad y distracción contínua) y Golden Time (el tiempo de atención exclusiva).
La expansión de la disponibilidad ha sido una de las claves para que ese Golden Time haya entrado en una clara decadencia. Nuestras nuevas formas de consumo han pasado del largo tiempo de lectura continuada al consumo por píldoras.
En ese espacio cortoplacista nos movemos prácticamente la totalidad de todos nosotros en estos momentos y han dejado los espacios de atención exclusiva en un segundo plano, por lo que el periodismo de mesa y café ya no es rey de nada.
El reto de los periodistas en esta nueva realidad es encontrar espacios para hacer crecer esos espacios Golden Time y aprender a moverse en el In-between time con los mismos parámetros de rigor, que el tiempo no sea excusa para hacer mal su trabajo.
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